Hoy te quiero contar algo diferente. Se trata de una serie de pautas que mi experiencia me dice que pueden serte de utilidad en tu convivencia con las matemáticas. Ni soy especialista en motivación ni pretendo serlo, pero estoy seguro que dentro de estos cinco consejos encontraras ideas que puedan ayudarte. Vamos al lío, compañeros…
1) Practica con las matemáticas
Sí, aunque parezca una obviedad y algo que te puedan decir en incontables ocasiones no puedo empezar esta serie de consejos de otra forma. Está claro que la mayoría de los humanos (si te das cuenta yo me incluyo entre ellos) no somos unos “superlinces” de las matemáticas. Toda ciencia y disciplina requiere de paciencia y dedicación. Si no le dedicas el tiempo y el cariño suficiente a cualquier reto que te propongas en tu vida es muy poco probable que alcances el éxito. Y por supuesto las matemáticas, aunque no te lo creas, entran dentro de esta afirmación.
2) No desesperes
Puede que en alguna ocasión, cuando has dedicado mucho tiempo para prepararte de cara a un examen y los resultados que has obtenido no son los esperados, tu cabeza dice “basta” y las ganas de seguir adelante se esconden detrás de tus inseguridades. Aquí es donde entra en juego mi segundo consejo. Piensa que lo peor ha pasado y que no puedes permitir que tu camino se acabe en este punto. Se perseverante y continua practicando y estudiando la asignatura. Puedes estar seguro que los grandes éxitos vienen precedidos en la mayoría de las ocasiones por grandes fracasos.
3) No te cortes y resuelve tus dudas
Estoy seguro que en más de una ocasión te has quedado con alguna duda o cuestión que no te ha quedado clara durante la explicación del profesor. Quizás la vergüenza o el miedo a lo que piensen los demás ante tu pregunta te echen atrás y por esa razón no te atrevas a lanzarte a la piscina. Te equivocas si piensas que por preguntar algo te van a tachar de “tontito” o adjetivos similares. Precisamente los que más van a perder son aquellos que no aprovechan que el profesor esta ahí para ayudar y resolver dudas. Insisto, no dejes pasar el tren más veces por la estación y cógelo. Puede que sea la última oportunidad de reengancharte a las matemáticas.
4) Aprovéchate de los recursos que están a tu alcance
Si estas leyendo esto seguramente hayas pasado antes un tiempecito navegando por internet. Probablemente uses el móvil o la tableta para comunicarte con tus amistades, echar una “partidita» al último juego de moda o cualquier otra cosa dentro de las infinitas posibilidades que nos ofrece hoy en día internet. Me parece perfecto, pero, ¿te has preguntado alguna vez como podrías utilizar ese potencial que tiene internet para ayudarte con las matemáticas? Poniendo en cualquier buscador la palabra “matemáticas” ni te imaginas la cantidad de ejercicios y apuntes a los que tienes acceso. UTILÍZALO. Ah, por cierto, no olvides que tus padres, hermanos y primos también son “utilizables” como recursos para ayudarte con las mates.
5) Pierde el miedo
Último consejo y no por ello menos importante. El miedo es sin lugar a dudas una de las emociones que todos los humanos hemos sentido en alguna ocasión en nuestras vidas, pero… ¿tiene sentido tenerle miedo a las matemáticas? ¿te van a provocar los números la “muerte a pellizcos”? ¿saldrá el “coco” corriendo detrás de ti asomando tras una derivada o ecuación? Sabes de sobra la respuesta a estas preguntas, así que no tiene sentido que vayas a un examen de matemáticas con la cara mas blanca que una muñeca de porcelana. Afróntalo con serenidad y madurez y piensa que la vida te pondrá en situaciones mucho mas complicadas que el mero hecho de hacer frente a esta asignatura y a sus exámenes.
Espero que estos “consejitos” te ayuden a tomarte tu relación con las matemáticas de una forma diferente. Ponte con ello y por supuesto nos seguimos viendo por aquí.