A veces los conceptos más básicos de las matemáticas, aquellos que mas de una vez hemos tenido que usar en nuestra vida diaria, nos pueden jugar malas pasadas si no recordamos bien como funcionan o simplemente hemos olvidado su esencia.
Hoy vamos a hablar de uno de esos conceptos matemáticos que todos deberíamos tener claros. Nos referimos a las fracciones, o quebrados, como les gustaba llamarlas a los mas antiguos del lugar.
Este concepto de un número dividido por otro número distinto de cero y que representamos por a/b, siendo a el numerador y b el denominador ha dado mucho juego a la hora de trabajar con el, no solo en el mundo matemático, sino también en la literatura y en algún otro aspecto que mas tarde comentaremos.
El famoso escritor ruso Leon Tolstoy (1828-1910), autor de obras tan importantes como “Guerra y paz” y “Ana Karenina” se refería a las fracciones en los siguientes términos:
“Una persona es como una fracción cuyo numerador corresponde a lo que es, en tanto que el denominador es lo que cree ser. Cuanto mayor es el denominador, tanto más pequeño es el valor de la fracción”
Ya que estamos hablando de literatos de prestigio, continuamos con Mario Vargas Llosa. El escritor peruano, premiado con el Nobel de Literatura, nos confiaba una curiosa propiedad de las fracciones en su obra “El paraíso en la otra esquina” (Publicada en 2003 por Alfaguara). El fragmento al que nos referimos es el siguiente:
“Más grave que el número de oyentes era su composición social. Desde el proscenio, decorado con un jarroncito de flores y una pared llena de símbolos masónicos, mientras monsieur Lagrange la presentaba Flora descubrió que tres cuartas partes de los asistentes eran patrones y sólo un tercio obreros”
Si leemos atentamente el texto nos percataremos rápidamente que si sumamos las 3/4 partes de patrones mas 1/3 de obreros que asistieron a la reunión, el resultado obtenido es de 13/12, a todas luces imposible, ya que la suma de varias partes de una totalidad no puede ser superior a 1 en ningún caso. El resultado correcto hubiese sido 12/12.
Podríamos considerarlo como una licencia literaria de Vargas Llosa, pero desde luego no puede pasar como un resultado correcto si a las matemáticas queremos respetarlas. Seguro que al escritor peruano le hubiese venido de lujo esta herramienta.
Cambiando un poco de tercio y dejando a un lado los colores futbolísticos de cada uno, podemos hacer referencia a otra curiosa anécdota relacionada con las fracciones que protagonizó no hace mucho el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, al referirse a la asistencia al estadio de las dos aficiones, cuyos equipos disputaban la final de la Europa League. El titular con el que los periódicos se hacían eco de la noticia fue el siguiente:
Como podéis observar, es muy probable que el dirigente rojiblanco tuviese en la cabeza el texto de Vargas Llosa, razón por la cual se decidió a pronunciar tan poco acertadas palabras si a fracciones y matemáticas no queremos importunar.
Volviendo a lo que decíamos al comienzo de nuestro artículo, nunca debemos olvidar la esencia de las fracciones, ya que ello nos puede llevar a cometer errores muy literarios.